miércoles, febrero 08, 2006

El Mundo Perdido y otros paraísos por descubrir

El descubrimiento de un paraíso inexplorado en la isla de Nueva Guinea ha traído "aire fresco" a las portadas de los periódicos. Es una expresión que he escuchado esta mañana en la radio. Se referían en concreto a que El País llevaba el asunto en su primera página, con las fotos de varios animales fotografiados por vez primera. Especies que se creían desaparecidas. Pájaros que fueron descritos por exploradores del siglo XIX y que nunca nadie volvió a ver después.
Los periódicos en español hablan de un Edén, los anglosajones de Lost World (Mundo Perdido) en una clara alusión a la novela de Sir Arthur Conan Doyle. Libro que, por cierto, tengo al lado mientras escribo.
Porque a mi, la noticia me ha hecho reflexionar sobre lo encerrados que estamos en nuestro pequeño mundo, pensando que ya está todo descubierto, que no hay lugar para la aventura. Y a eso contribuyen los medios que, paradójicamente, en ocasiones como hoy nos ayudan a ver que sí, que hay vida ahí fuera.
Cuando era pequeño, había veces que tras ver una película de aventuras me invadía una especie de frustración al pensar que hoy en día ya no había piratas, ni islas desiertas que descubrir, porque el hombre ya había llegado hasta la Luna, y a cualquier lugar se podía ir en carretera... Puede parecer una tontería, pero de eso nos convencen cada día los medios de comunicación, que en en definitiva son nuestro propio reflejo. Me explico. O lo intento. ¿Puede resumirse en 80 páginas, con su publicidad incluida, todo lo que ocurre en un día en Córdoba, Andalucía, España, Europa y el Mundo? ¿Que porcentaje de lo que pasa un día en la Tierra puede reflejar un periódico? Un 1% ya sería mucho.
Sin embargo, parece que sólo pasa lo que sale por la tele o lo que cuentan los periódicos. Y además, nos empeñamos en dar vueltas y vueltas a los mismos temas.
Por supuesto que eso contribuye a esa sensación de seguridad, de que está todo controlado, que nos hace sentirnos bien. Pero a la vez hace que en demasiadas ocasiones nos olvidemos de que hay todo un mundo por explorar más allá. Y no me refiero a islas remotas del Pacífico.
Tras conocer la noticia del paraíso descubierto en Papúa me han entrado ganas de releer El Mundo Perdido, pero también de visitar el Jardín Botánico, aquí al lado, en Córdoba; o el zoológico --que pena que falten unos meses para que se vuelva a abrir--, o Medina Azahara, o la Mezquita. Y de escribir sobre ello, contar lo que yo mismo descubra. ¿Qué ya está todo dicho y escrito sobre estos sitios? Ya veremos.
Puede parecer una tontería, pero nos hartamos de hablar de las cosas maravillosas que hay en Córdoba y qué pocas veces las disfrutamos.
Los paraísos perdidos son necesarios para recordarnos que la Tierra aún guarda tesoros dignos de preservar, para reforzar ideas como que es necesario salvar a las ballenas --en serio--, pero también vienen bien para hacernos ver que cerca nuestra hay otros paraísos donde podemos sentirnos auténticos aventureros, descubriendo y aprendiendo, y reivindicando su puesta en valor.
Bueno, no sé si me he liado un poco con esta reflexión. Para terminar, unos cuantos enlaces relacionados con la noticia que encabeza esta entrada.

El último paraíso es el reportaje publicado en Diario Córdoba

El tesoro de las montañas de Papúa es el reportaje publicado en El País

Otros reportajes

"Lost World" Found in Indonesia Is Trove of New Species es la información de National Geographic sobre el asunto, la traducción es algo así como El mundo perdido descubierto en Indonesia es el refugio de nuevas especies, creo. Cómo no, National Geographic es una de las instituciones que está detrás de esta expedición.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Talmente de acuerdo.

4:30 p. m.  

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