La plaza de la Corredera se ha convertido esta mañana en el escenario de una gran fiesta ciudadana por la paz y la solidaridad. El cierre de las jornadas por la paz que han celebrado esta semana varios barrios de la ciudad ha coincidido con el inicio de la feria de la solidaridad, que se celebra desde hace catorce años. En la Corredera se han dado cita varios centenares de personas, gente corriente que cree en un mundo mejor. Aunque frases como ésta puedan sonar manidas o cursis, hay muchas personas que dedican parte de su vida a luchar por causas que a otros les parecen, si no perdidas, muy lejanas.
Así, he conocido a jóvenes estudiantes de Veterinarios sin Fronteras dispuestos a dejar su ciudad para colaborar en el desarrollo de países lejanos, a madres y familiares de enfermos de VIH que nos recuerdan que el sida todavía existe, o animadoras sociales que trabajan con niños de barrio enseñándoles el valor de palabras como paz o que el mundo en el que viven va mucho más allá de su ciudad, su región o su país, y es una sociedad global donde lo que ocurre en un punto del planeta nos afecta a todos.

He conocido a Gillermo, aunque él firma sus graffitis como Calama. Forma parte del grupo de graffiteros Positive Vibrations (buenas vibraciones). El Calama lleva pintando desde hace años, pero donde ha encontrado su verdadero yo creativo es en el graffiti. La pena es que en Córdoba hay pocos muros para pintar con sprauy, según me dijo. En la información que mañana ofrece el periódico, el Calama aparece en la foto del graffitero.
Pero lo mejor de la jornada me lo he encontrado cuando regresaba. Bueno, lo mejor porque creo que el contraste es curioso. En la calle Gondomar me he cruzado con este grupo de costaleros del Santo Entierro, la procesión que sale el Viernes Santo por la tarde. Estaban ensayando, me han dicho. Lo suelen hacer por la noche, cuando menos molestan. Pero se les ha echado el tiempo encima y éste era el último domingo que tenían. Así que han hecho el recorrido, con paso incluido, claro. Aquí está el paso, que ha llamado la atención de la gente que paseaba en esta espléndida mañana de domingo que ha hecho hoy.